autor.: cejuanjo
Remitido el 15-10-07 a las 08:04:48 :: 1706 lecturas
Parece ser que en lo que queda de mayo están llamadas a dilucidarse dos cuestiones básicas para el futuro de este país. La primera (y no necesariamente por este orden) las elecciones municipales y autonómicas. Las segunda, quién ganará la Liga. Desde esta web nos subimos al carro de sendas inquietudes cívicas y es por ello que el desocupado lector de estas páginas irá encontrando en ellas nuestras filosofías al respecto.
Frente a la consideración ortodoxa que impondría descartar una identidad de razón entre uno y otro asunto oponemos la que percibe en sendos procedimientos selectivos un abundante elenco de analogías.
En primer lugar tanto los comicios como la Liga son especies del género selección como ya denotamos en la expresión de “procedimientos selectivos” empleada en el párrafo precedente. De lo que se trata es de encontrar un ganador. Y en el tramo final de dicha búsqueda todo parece reducido a dos: sean PSOE y PP o sean Madrid y Barça. La común tendencia al bipartidismo (o al biequipismo) guardan cierto entronque con eso de las “dos Españas”, principio de convivencia que se ha mostrado básico en la historia de esta Piel de Toro cuyos cimientos se hunden en la regla de que lo fundamental no es que ganen los míos sino que pierdan los tuyos. La aversión al Barça (o al Madrid) es móvil de un altísimo porcentaje de simpatías por el otro equipo de igual manera que muchos votos al PSOE serán porque se está hasta los huevos del PP y viceversa.
En segundo lugar uno y otro proceso se levantan sobre el presupuesto de la atribución al ciudadano de un protagonismo decisorio que en realidad no existe. Se anima al hincha a acudir a los estadios y a animar a su equipo con idéntico fervor a como se le anima a acudir a las urnas el 27-M. Todo parece que vaya a depender de él (de nosotros) cuando la realidad de los hechos posteriormente hará palmaria la irrelevancia entre que la Liga se la adjudique el Madrid o se la adjudique el Barça o las elecciones las gane el PSOE o las gane el Partido Popular. En el primer caso la ganará una escuadra integrada por futbolistas que podrían estar indistintamente en uno u otro equipo (véanse Ronaldo o Figo) y en el segundo la victoria estará del lado de unas siglas compuestas por políticos que también indistintamente y en su mayoría podrían vestir la camiseta del adversario. Las mismas estrategias que llevarán al Barça a ser campeón puede seguirlas (o las ha seguido) el Real Madris (o viceversa) y básicamente las mismas políticas que seguir el PSOE va a seguirlas el PP (o viceversa).
En tercer y último lugar por esta entrega debe colegirse la disociación entre el rol social atribuido institucional o futbolísticamente al ciudadano y el papel de comparsa necesaria con que se le contabiliza después de celebrados ambos eventos. Ello es singularmente cierto en el caso de las elecciones. Durante la campaña es como si tus deseos, tu opinión, tus puntos de vista,… en una palabra tu mismo contases para algo. Emitido el voto esos deseos, esa opinión, esos puntos de vista,… no dejarán de ser un mísero, insignificante y anónimo número perdido en la arimética de las cifras y de los porcentajes. Y puestos a ser un número confieso que el único que me interesa el día 27 es el mio, que para eso cumplo 51 años.
Una salutasión del ITJ
|